sábado, 13 de enero de 2018

Días grises.

Llevo dos días grises como el tiempo, veo el comportamiento de gente mayor, escucho comentarios y me siento extraño.
Pienso cuánto cuesta madurar y después me encuentro con otro mundo.
Veo el programa de investigación de la sexta, hoy pasaron lo habitual de Ibiza en verano, gente comprando viviendas de uno o dos millones al contado, gente que trabaja y gana en ese corto tiempo cien mil euros, empresarios que se forran, ricos que pagan ochenta mil euros por tener su yate amarrado y pienso como puede ser que hacienda o el gobierno no abran una investigación como hace un canal de televisión.
Como puede ser que la fiscalía no actué de oficio, como puede ser que me haga problema por que no pague a tiempo un impuesto o multa, como puede ser que cobrando una miseria de jubilación tenga que aportar el equivalente a mis aguinaldos.
Después me tranquilizo y me autosugestióno, me digo no te hagas problemas todo pasa nada cambia, se forran unos pocos y los otros somos la murga, vivimos en un país de chirigotas; agua, resina y ajo; ¡Viva el vino!.
Me prometo no protestar más por los políticos que nos gobiernan, no hacerme problemas por la situación del Club Temperley o del Depor, no pensar en el comportamiento mezquino de las personas mayores ni en la inocencia de muchos jóvenes, sé que no voy a cumplir mis objetivos y bueno la vida es sueño.

También me consuela el saber que he tenido otros días así, incluso más negros y he salido del pozo, porque también nos acostumbramos a vivir en un mundo difícil, incluso nos vamos haciendo más fuertes,  el que no lo supera visita al psicólogo y sigue perdiendo.

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