Cuando llega el verano, en la zona donde yo vivo, se acaba la paz. En los meses de julio, agosto y setiembre, empiezan las fiestas locales, las bombas de palenque, música a tope y se llenan las casas que usan en temporada, pasan más autos, la gente grita no habla (mi opinión es que la gente se desahoga de la forma más baja, en que deben hablar en los pisos).
Pero también empiezan los mercadillos y las ferias medievales, ahí también este año se pudo comprobar la presencia de inspectores de trabajo, el gobierno parece estar interesado en destapar el trabajo en negro, pero no lo hace en las medianas o grandes empresas, son más importantes los artesanos o pequeños pobres comerciantes, que deben tener todo en regla.
Es indudable que se quiere engrosar las arcas del Estado, pero como siempre se equivocan, los ingresos importantes se pueden conseguir en las grandes empresas y combatiendo los paraísos fiscales.
Los artesanos y pequeños comerciantes, solo sobreviven, vuestras medidas además de antisociales, son asfixiantes.
También nos enteramos que están controlando las casas rurales de alquiler, exigiendo alturas y medidas en las dependencias, que obligan a muchas hacer reformas o cerrar.
Prometieron crear empleo y parece que lo estuvieran combatiendo.
Voy ha acabar esta pequeña redacción, con unas palabras que tien mucho significado: agua,resina y ajo.
