sábado, 25 de enero de 2014

Viaje a Temperley

Ya a pasado más de un mes de mi nuevo viaje a Temperley, remarco a mi pueblo porque la vida es vivir de recuerdos y realmente tuve una infancia-adolescencia hermosa en ese lugar de Argentina, casi todo el mundo esta orgulloso de su lugar de nacimiento y crianza.
Mi primer día de estancia fue para recorrer el remozado campo de Finky, lugar pegado a las vías del ferrocarril y que en nuestra época era para nosotros el campo de fútbol de los desafíos de los cursos del Colegio Comercial Tomás Espora, ahora tiene pista para bicicletas , atletas y quién deseé pasear, como también mesas con bancos para realizar el picnic. Luego me dirigí a mi querido Club Temperley, como siempre me atendieron amablemente y me dejaron recorrer sus instalaciones, que tanto disfrute desde pequeño.
En el mes de estancia tuve oportunidad de recorrer todas las calles de mi Campo Huergo; admirar el barrio de los ingleses que sigue con sus hermosas mansiones como parado en el tiempo, me llamó la atención algún cartel rechazando el asfaltado del empedrado y el corte de árboles, además de los guardias de seguridad privada en todas las calles.
También fui a visitar a mi amigo Bocha y que luego gracias a su gestión, disponibilidad y mismos deseos, se concreto en una reunión con amigos de infancia Lito,Bero, Tanito. Los años y las obligaciones nos ha desperdigado por distintos rumbos, pero lo que me llamó muchísimo la atención fue que nuestras conversaciones, nuestros recuerdos, nuestros sentimientos eran como si nos viéramos todos los días.
Mis sobrinos me festejaron mi sesentaiocho cumpleaños, rodeado de toda mi familia y mejor amigo, tuve tiempo de recordar que solo una vez lo había festejado con los voluntarios en la India hace ya siete años. También después de treinta años tuve unas navidades con mi familia, que a pesar del calor  fueron muy alegres y hermosas.
También tuve oportunidad de disfrutar de cenas con excompañeros de trabajo y con los árbitros, pase momentos muy lindos, siempre recordando tiempos pasados que fueron tan agradables e inolvidables.