Cada cinco años, emprendemos un viaje a mi querido país, aquí en Galicia le llaman morriña, allí tener el alma llena de sentimientos. Ver a mi familia, a mis amigos, a antiguos compañeros de trabajo, es un ritual; recorrer un lugar no conocido de mi país un placer; estar con tanta gente querida una necesidad y desde ya pido perdón a todas aquellas que no he podido ver, porque el tiempo pasa muy rápido, no dispongo de transporte propio y las distancias son largas, además me pasa lo mismo cada vez que voy.
Curiosidades de allí, la cantidad de palabras inglesas que se emplean habitualmente y no copio la lista porque es inmensa; otra la cantidad de coches con los cristales tintados, ellos dicen que por seguridad, pero no ver a los ocupantes es preocupante para los transeúntes; la Capital Federal la ví muy sucia, hay falta de civismo, pero también de limpieza. Estuvimos en cuatro espectáculos muy buenos: "Drácula"; "La novicia Rebelde"; "Fo el Filoso" y "Señor Tango", pero es que hay tal cantidad y tan buenos actos culturales, que uno se pasaría cada día viendo uno.
Todos me preguntan lo mismo cada vez que voy, como encuentro el país, la verdad que casi siempre lo veo igual, lindo, con una gente hermosa, siempre superando las dificultades que han puesto los distintos gobiernos de turno y que no han logrado hundir ni al país, ni a su gente. Como aquí ví peleas por el poder, denuncias de corrupción, los gremialistas tratando de sacar partido, los mismos-as politicos-as ; siempre pensé que todo necesita renovación, cambio, los países y el mundo también.
Gracias a todos los que nos atendieron, nos sentimos queridos ahí y aquí; después de un tiempo ya queríamos estar con nuestros hijos y familia
