Pero nuestro recorrido bordeando la ría (antiguamente mar adentro) de Pontevedra, desde Marín hasta Bueu (donde comimos); para luego atravesar la península del Morrazo, fue una verdadera vivencia enciclopédica de personajes ilustres que vivieron en esos lugares y resaltar monumentos, esculturas, industrias, historias, etc.
Por fin luego de atravesar el puente de Rande, pasar por Teis, Lavadores, Bouzas, Alcabre, llegamos a O Vao, donde pudimos disfrutar de un paseo por la playa, en un día muy bueno, con momentos de sol y un paisaje hermoso solo afeado por un gran edificio en la isla Toralla.
A las 17hs. (hora de apertura) comenzamos a recorrer el museo, antiguo matadero, rehabilitado por el arquitecto Cesar Portela. El objeto del museo es comprender la enorme vinculación histórica de los gallegos con el mar, a través de su aprovechamiento y conocimiento.
La recepción se encuentra en un lugar llamado "O Peirao", para hacer referencia a los antiguos puertos de pesca, pasamos a una sala donde se realizan exposiciones temporales y donde pudimos apreciar las estructuras metálicas que forman la estructura del edificio, una antigua y gran chimenea al fondo, como el cielorraso realizado con estructuras rectangulares de fibras comprimidas, como paredes divisorias encaladas que dan la sensación de mármol y otras de granito de Porriño.
Pasamos por la sala "25 siglos de oceanografía", donde nos aproximamos al saber del medio marino que el hombre fue adquiriendo poco a poco, desde la mitología griega a los robots de exploración y se encuentra coronada por el esqueleto de una cachalote de diez metros de longitud, que varó en Sanxenxo en el 2003.
Luego fuimos al conocido con "Gabinete de curiosidades científicas", donde se encuentran más de cien especies en frasco con formol y nos descubre la diversidad del mundo marino.
En el primer piso pudimos ver "La conquista del mundo submarino", donde se aprecia la evolución de los métodos y técnicas, con los primeros trajes de buceo de cuero y lonetas, hasta los actuales de neopreno; destaca la Boya lanzatorpedos de Sanjurjo Badía, especie de submarino construido en Vigo en 1.800.
Cuando pasábamos por la pasarela a otro edifico pudimos observar muy bien, el Castro de la Punta do Vento del S.I d.C. está parte visible, pero que estuvo vigente en el período del S.VII a.C.- S.I d.C., por piezas encontradas como un hacha de talón.
En el otro edificio pudimos ver ¿Que es la pesca?, donde se observa como se va desarrollando las técnicas de capturas de peces u otros animales que viven en el agua, empleando anzuelos; redes, trampas, arpones o venenos. Una sección dedicada a la extracción: marisqueo y acuicultura extensiva, otra a la conservación: el pulpo, el congrio y la merluza se secaban; las ostras y el besugo se escabechaban; la sardina se salaba. También la comercialización que con la llegada de la máquina a vapor sufrió una gran transformación y se pasó de la vela a la propulsión a hélice y la llegada del ferrocarril en el 1.880 a Galicia. Pudimos ver embarcaciones antiguas y maquetas.
Por último el pequeño acuario, antes del faro, donde se pueden apreciar las principales especies de la zona; y no me quiero olvidar, del recuerdo a la tragedia del "Prestigie" representados por una pintura, instrumentos utilizados y una escultura moderna un hombre subido a un cubo de plástico negro, con una base de botas usadas en esa ocasión tan triste de limpieza de la costa del chapapote.
Día de enriquecimiento en todos los aspectos, las vistas desde el museo espectaculares, gracias a la UNED Senior.
