jueves, 21 de septiembre de 2017

Ciencia

En esta semana se ha hablado mucho de un fraude científico de una bióloga Susana González, e incluso la CE suspendió una ayuda millonaria . Otras dos personas que trabajaron con ella aseguran que tanto en el CNIO como en el CNIC era vox pópuli desde hace muchos años que la bióloga "fabricaba" sus resultados.  
Hay científicos respetables y honestos, sin embargo por  desgracia, no siempre es así y, efectivamente, algunos científicos que pudieron destacar, o no, por su brillante participación en ciencia seria, ciencia sana, ciencia honrada, se echaron a perder por tomar algún atajo en la historia o por el motivo más viejo del mundo, como es el egocentrismo, narcisismo científico o, incluso, algo más práctico, el motivo económico que, aunque no el más viejo del mundo, sí el más frecuente últimamente.
Fue famoso el fraude cometido por Hwang en dos trabajos publicados en Science acerca de la investigación sobre células madre (stem cells) volvió a abrir el debate sobre las prácticas deshonestas en el mundo de la ciencia. A partir del mismo se reflexiona sobre las dimensiones del fraude en la ciencia y se analiza la singularidad del caso Hwang por su impacto científico, social y mediático como consecuencia de los mecanismos de persuasión sistematizados en la denominada Rutas de la mentira científica. Asimismo, se presentan las causas que conducen a la publicación de investigaciones fraudulentas, la ineficacia del arbitraje científico para detectarlas y los diversos mecanismos existentes para su gestión y erradicación.
El tema es que la supremacía de la tecnología en la solución de problemas del mundo, lo están llevando a niveles insoportables en las sociedades democráticas.
LLegan a solicitar que exista una preponderancia de la ciencia, en EE.UU. las empresas de transgénicos ya han solicitado que las decisiones comerciales mundiales sean avaladas solo por la ciencia. Las farmaceúticas otro tanto, en síntesis tenemos una ciencia secuestrada por los intereses de la industria.
Es lamentable estos hechos, que agregados a los malos ejemplos de corrupción en el mundo político, son noticias no gratificantes para los jóvenes que tratan de forjarse un futuro, esperemos que todos estos errores tengan el castigo merecido, pues también ya desconfiamos hasta de la justicia.

martes, 19 de septiembre de 2017

Contraste

Ayer fuímos al cine, para nosotros es un acontecimiento, pues tenemos que hacer 30 Km. para llegar a los Cinesa de Marineda, la anterior vez vimos La,La,la un musical normalito pero que recibió muchos premios.
En está oportunidad vimos Detroit, la elección fue por la mejor nota que tenía en una encuesta, una película basada en hechos reales de una rebelión de gente de raza negra ocurrida en 1967 y que demuestra como siempre fueron perseguidos, maltratados e eliminados; hoy en día siguen asesinando impunemente, pero el mundo sigue girando.
El tema es que salís del cine un poco aturdido, quizás por el sonido que es estruendoso y por la temática, que demuestra injusticia dura y pura.
Pero realmente lo que me fastidio es la hipocresía y la falta de lógica, en los anuncios publicitarios que colocan antes de la película. Por empezar nos quejamos de los de la televisión pero éstos duraron veinte minutos.
En los dos primeros se hacen eco del contraste entre alumnos de sudamérica y europeos, desde los hogares en una montaña y la ciudad, la vestimenta, el medio de transporte, las escuelas y el después de clases. A continuación tristes instantáneas de países necesitados y el pedido de que le dejes la herencia.
Pero no acaba ahí la cosa, luego vienen propagandas de una importante casa comercial donde muestran modelos con ropas hermosas, por lo cual el contraste aún es mayor, realmente no sabes si llorar, reír o seguir aguantando un mundo tan injusto.
Ya sé y lo decía mi padre, que nosotros con nuestras opiniones, nuestras broncas, no solucionamos nada, pero últimamente no hago más que usar los emoticones de tristeza, realmente es de pena, penita, pena.
Los de esta foto tienen la suerte y la ayuda de una ONG, que dirige el hijo de una amiga, pero tiene poca difusión.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Vivir en el campo

Tengo la fortuna de vivir en el rural, en el campo pegado al monte y ahora llegando el otoño, a mí me encanta cambian los colores todo está más limpio y silencioso.
En el verano entre la mayor cantidad de turistas, fiestas, vecinos ruidosos que vienen primavera y verano, estallido de bombas, ahora con el cambio de trazado del camino inglés cantidad de peregrinos bulliciosos, en fin una cantidad de elementos que no dejan la paz del otoño-invierno.
Ayer mientras realizaba mis tareas de mantenimiento, pensaba en que hace unos días realice ejercicios de brazos, estuve podando y barriendo hojas y pasillos, como también sacando higos, luego al otro día fueron de piernas y fuerza estuve cortando la hierba con el cortacésped y hay muchos desniveles, por último en estos días ejercicios de cintura recolectando nueces y castañas, eso agregado a mis dos largas caminatas por la mañana y la tarde hacen que me mantenga en un estado físico perfecto.
Ya lo dije en otras oportunidades Paderne mi concello tiene el lema "Paraíso entre ríos" y nosotros estamos a 500 metros del río Lambre con un puente romano precioso y realmente es mi lugar en el mundo.
Quizás todas estas reflexiones vengan porque también, el vivir en el campo tiene sus inconvenientes, hoy por ejemplo fuimos al cine lo que nos obliga a hacer 30 Km. hasta A Coruña, al igual si queremos visitar un museo, una exposición o actos culturales; para comprar hay que hacer 4 Km. hasta Miño o si querés tener de todo ir a Betanzos a 6 Km., tener coche para movilizarte; si necesitamos ir al médico Blanca lo tiene en Paderne a 7 Km. y yo en Miño, urgencias en Betanzos; no tenemos cobertura telefónica e internet de a ratos y vías satélite.
Espero le sirva de reflexión a alguién que quiera emprender está aventura, nosotros compramos hace diecisiete años, pero hace diez que vivimos permanente, no obstante con el paso del tiempo quizás nuestro futuro esté en A Coruña y extrañare horrores mi paraíso.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Escritoras

Hay veces en la vida en que se te presentan casos y  éste para mí es realmente insólito, tres mujeres escritoras en la misma familia.
Está claro que las vocaciones se despiertan por lo que tenés más cercano, yo de pequeño jugaba con los modelos de escayola que me regalaba mi dentista, de mayor fue mi profesión. De mayor me gusta escribir pienso que porque me gusta leer.
Resulta que de casualidad y por haber escrito en este blog un artículo sobre "Campo Huergo", nos ponemos en contacto con una señora, que resultó ser prima de un amigo con el que jugábamos al fútbol en nuestros años mozos.
Hoy leo una publicación en facebook, le pregunto a mi amigo si tiene relación por el apellido y es su hija, pero ante mi asombro me comunica que también su sobrina escribe, ya le dije que era para el Guiness.
Pero lo importante es un mensaje que pone de Ernest Hemingway para los escritores, que personalmente me parece excesivo, pero cada cual con sus ideas.
"Para escribir dile a todo el mundo que vives en un hotel y hospédate en otro. Cuando te localicen, múdate al campo. Cuando te localicen en el campo, múdate a otra parte. Trabaja todo el día hasta que estés tan agotado que todo el ejercicio que puedas enfrentar sea leer los diarios. Entonces come, juega tenis, nada, o realiza alguna labor que te atonte solo para mantener tu intestino en movimiento, y al día siguiente vuelve a escribir. Pero buscar la soledad no significa aislarse. El escritor no puede vivir de espaldas a la realidad social de su época." (Hemingway).
No sé si se enteraran pero les deseo a las tres el mayor de los éxitos, en un mundo tan masificado en casi todas las profesiones, incluso me viene a la mente otro escritor hijo de un amigo del arbitraje, que está teniendo mucho éxito con sus libros y vive actualmente en Madrid.
Como habrán comprobado no he puesto nombres porque no tengo sus autorizaciones y éste es un mundo muy raro, pero los aprecio de corazón y a mí me gusta escribir sin tener el compromiso, del editor, del tiempo, de la publicación, etc.