Hay que saber largar.

Nunca les conté que soy muy curioso y que muchas veces observo a la gente, saco conclusiones invento historias, mi imaginación corre y luego escribo con la sana intención de que le interese a alguien, que las lea que tenga difusión, como decían en mi país "ilusiones del viejo y de la vieja".
Hace poco escuche en Sada una señora que decía "Yo ahora soy feliz porque no espero nada de nadie", traje esa frase en mi pensamiento muchísimo tiempo, porque me vinieron muchas interpretaciones, pero fundamentalmente cuantos desengaños habrá sufrido.
Hace unas semanas mi cabeza procesa esa frase del título y la escuche de una persona muy capaz, pero cansado de reproches y antes de decirla, tuvo que aguantar a su profesor recriminarle de una manera pienso no adecuada su éxito.
Les cuento un profesor jubilado, que ante el público en varias ocasiones le dice a su alumno y discípulo, esta metáfora "Ésto es como las peluqueras de un pueblo que le enseña la profesión a una señorita y luego ella pone una peluquería y le hace la competencia", hasta que un poco harto yo que iba al lado le escucho decir al discípulo "hay que saber largar" que yo interprete como hay que saber retirarse, hay que saber dejar el lugar, hay que saber dejar el ego y no les puedo negar que me alegro, aunque el otro siguió como si la cosa no fuera con él.
Todo viene también a cuento porque ayer me enteré, que Mauro Vigliano ira al mundial de fútbol de Rusia y yo le mandé un saludo y felicitación a su padre Jorge, compañero mío de curso excelente persona que fundó una escuela de árbitros en La Plata, que hace cuatro años estuve en la fiesta de fin de curso con él y porque sé estará feliz que su hijo lo haya superado.
A mí me ocurrió hace unos años de reencontrarme con un ex-alumno, en su laboratorio dental y sentir una gran satisfacción de ver que había progresado, aprovechado la enseñanza porque de eso se trata de enseñar lo poco que uno sabe o la vida le ha permitido y difundirlo para provecho de otros.
Si en algo son precisos e inteligentes los orientales, es en saber y poner métodos para evitar, trabajar, como anular el ego, los seres humanos somos individualistas, egoístas, posesivos, manipuladores, etc., etc. Pero si analizamos comportamientos la base está en que somos egocéntricos, yo lo he superado en un 75%, pero me gustan las adulaciones o los reconocimientos, por lo cual hasta que todo me de igual sigo trabajando, pero lo más importante es reconocerlo y sobre todo luchar.
Por último les quiero manifestar que he descubierto algo, que es más hermoso que un hijo supere a sus padres, es que unos nietos superen a sus padres y abuelos, con talento pero sobre todo con suerte, quizás un día si me autorizan les cuente esta otra maravillosa historia.