jueves, 26 de marzo de 2015

Reflexiones

Ayer le comentaba a mi señora y a mi nieta, cosas que me vienen a la mente y luego ocurren, indudablemente son casos probables, pero que a uno le inquietan y supongo le sucederá a casi todo el mundo.
Suele ocurrir de estar pensando en una persona y justo te llama por teléfono o te la encuentras, o querer ir a un lugar y viene un conocido, proponiéndolo. Ésto no ocurre a menudo, pero a mí esta semana me pasó varias veces.
El lunes estábamos en el aeropuerto de Barcelona, en la T2 para viajar a Coruña y como siempre ocurre te hacen ir dos horas antes y te pasas muchísimo tiempo esperando el embarque; yo soy muy observador, miraba el movimiento continuo de tanta gente y pasó una chica corriendo para arriba, volviendo al rato corriendo desesperada para abajo, los aeropuertos cada vez más grandes te obligan a caminar o en este caso correr kilómetros; en esos momentos mi pensamiento se traslado a que tanta preocupación, tanto apuro por subir a un avión sin saber que puede ocurrir, en este punto debo aclarar que he viajado mucho en este medio de transporte pero no a gusto.
El martes por la mañana tenemos la triste noticia de la caída de un avión, gracias al Divino ésto ocurre en contadas ocasiones y comparado con otros medios de transporte es el más seguro, pero estar en el aire sin ninguna referencia es horrible. Pienso en esas personas en el momento previo, si fueron consciente de lo que ocurría, cuanto sufrimiento, cuanta desesperación y me viene a la cabeza un vuelo que hicimos desde Bariloche a Buenos Aires, con un doble frente de tormenta en medio de rayos y tuve la sensación de estar en un papel que flota en el aire sin control, para mí fueron momentos terribles.
Ayer fuimos a Coruña y me encuentro con la carta de Hacienda comunicándome la devolución de un ingreso, por la  condonación de un recargo, que había solicitado y justamente el día anterior le había comentado a mi señora, mi molestia por el atraso en contestar, pues la había solicitado en diciembre. Pero es sabido que "Las cosas de Palacio van despacio".
Quiero acabar con una reflexión, un camino nuevo tiene sobre todo, dudas, miedos, preguntas. Un camino nuevo sólo nos dice que nos llevará a un lugar nuevo. Mejor o peor no lo sabemos. Uno cree que llega a nuevos caminos, pero en realidad es que los nuevos caminos o destinos llegan a vos.

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