sábado, 23 de mayo de 2020

Agradecimientos

Llevo días madurando la idea de escribir sobre todas las personas que me han ayudado, en tantas actividades, profesiones, etc. a lo largo de mi vida.
Es indudable que algunos quedaran en el camino, pero todo comenzó al recordar a Néstor Gil y al escuchar a una pedagoga en la televisión.
Es indudable que mis padres Coca y Vale fueron el eje de mi existencia y que si he llegado a ser buena persona es gracias a ellos, mi hermana Esther fué como una segunda madre y también colaboró en que lograra ser una persona feliz.
Los maestros de primaria en la Escuela Nº 3 Ricardo Gutierrez, los profesores de la secundaria en el Comercial Tomás Espora y de la Universidad de Odontología, cuanto saber, cuanta entrega, cuanta enseñanza. Recuerdo el nombre de muchas-os, pero seria una lista innumerable.
En el ámbito deportivo, en especial, el fútbol empecé recibiendo consejos de Rogelio un vecino de Campo Huergo, pero fue en Arsenal de Llavallol donde Anibal Díaz "El gordo" me enseño casi todo y gracias a estos conocimientos poder disfrutarlo en el club, que luego fue Arsenal de Boca; en los campeonatos del trabajo; en campeonatos comerciales; en el seleccionado de árbitros y en el del servicio militar, incluso en fútbol-sala hasta pasados los cincuenta años. No quiero olvidar a mi querido Club Temperley, donde además de aprender a nadar en su piscina y hacer los cinco años de la materia de Educación Física, me permitió jugar dos años en sus divisiones inferiores.
En el ámbito laboral ingrese como cadete con diecisiete años en la DGI- Agencia Nº 12 Avellaneda y como siempre tuve la fortuna de caer en el sector 4, donde Jorge Haupt encargado del mismo fue un segundo padre, me enseñó, me toleró, me quiso como yo a él, además era fanático de Boca y para su orgullo me vió jugar en la Bombonera.
Con el tiempo vino a la Agencia como supervisor Néstor Ángel Gil, que luego cuando se centralizaron los sectores de procesamiento me llevó como encargado  y más tarde cuando acabé estudios de administrador tributario, me llevó a fiscalización o sea que compartimos muchos años trabajando juntos, fuimos amigos y contaba con mi afecto, nos dejó muy joven pero sigue imborrable en mi sentimiento y pensamiento.
Otra etapa la marcó el referato al que ingrese por Abel Gneco, dado que lo atiborraba de preguntas del reglamento cuando  dirigía al Celtic de Temperley y me invitó a conocer al reglamento en AFA, en donde estuve de 1972 a 1983, conocí a mi mejor amigo Luis Pasturenzi, tuvimos un curso formidable y creo que gracias a Ricardo Calabria amigo y compañero del seleccionado de árbitros llegué a dirigir en clase III y campeonato regional.
Merece especial atención que en mi vida sentimental apareciese Blanca, mi esposa hace 53 años y sin la que yo no hubiese podido lograr nada, juntos emprendimos una preciosa aventura de amor total y junto a nuestros cuatro hijos, realizamos la dura experiencia de emigrar.
Emigré hace 36 años y también tuve la suerte de que el dueño del laboratorio Luis Suarez y su esposa me tratarán rebién, hasta que busque mi independencia primero como profesor y luego montando mi propio laboratorio dental, donde tuve muy buenos empleados.
Siempre he pensado que además de conocimientos; actitudes; educación; etc., para lograr algo hace falta tener mucha suerte y encontrar excelentes personas que te ayuden.

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