miércoles, 1 de enero de 2020

Se nos fue otro año.

Comenzamos otro año y con la rutina se va perdiendo entusiasmo, también se dejan atrás momentos vividos, pero como a mi me da resultado sigo con los mismos ritos.
Quizás escribiendo no se entienda pero trataré de explicarlo, aquí en España se tiene la costumbre de ver los programas de televisión y en todos casi siempre una pareja de destacados por eso de igualdad de posibilidades, amenizan los momentos previos, luego antes de las 12 de la noche en unos llamados cuartos se deben comer las 12 uvas que traerán la suerte, con el inconveniente que se van acumulando e incluso en el periódico advierten del peligro de atraganta-miento en niños y ancianos.
Por lo cual llevo años consumiéndolas con anticipación y me ha dado muy buen resultado, cada año soy más feliz.
Debo confesar que tengo otro rito, me voy caminando desde Moreira hasta el Castillo de Soutomaior, con el objetivo de admirar su jardín botánico y poder abrazar sus sequoias vermellas, de un tamaño descomunal, que trasmiten una paz increíble, además de poder observar abetos, tilos, camelias, etc.
Me he enterado que unos cinco jardineros se encargan de tener todo impecable, realmente es precioso el lugar y dicen que el castillo también merece ser visitado.
Por lo tanto no sé a ciencia cierta si son las ricas uvas que como o la visita a las plantas, lo que me trae suerte, lo que si pude comprobar es el esfuerzo que hay que hacer al retornar a Moreira que es todo en subida, pero a pesar del frío el sol acompaño en todo momento y pasamos otras fiestas muy pero muy agradable en familia.

Debo aclarar que también como mandan los cánones utilizo una prenda de color rojo, recuerdo a los seres queridos que ya no están y a mi familia que quedó en Argentina.

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