No es la primera vez que escribo sobre este tema y es la repetición de catástrofes, en las últimas veinticuatro horas han naufragado dos barcos pesqueros de Cambados y Malpica, con cuatro muertos.
Es algo que se repite y sucede con los trenes, aviones, camiones, etc., nos enteramos de una triste noticia y en poco tiempo se repite otra similar, con la triste realidad que no se pueden predecir ni controlar.
En otras épocas se le echaba la culpa a la luna, al clima, a las meigas, al destino, etc., pero indudablemente que es un misterio que difícilmente se pueda resolver, incluso los grandes avances de la tecnología no han podido evitar tantos accidentes y tantas muertes.
También me vino a la mente las rachas en que se descomponen los electrodomésticos a la vez, en nuestro caso los dos hornos (cambio de resistencia) y el cortacésped que dijo basta.
Pero en este caso es en una región específica, en una fecha muy especial y por un gremio que se juega la vida en cada salida, he visto filmaciones de barcos en el gran sol y realmente por todo el oro del mundo no me embarcaría en ellos, después escucho en la pescadería hablar a la gente de lo caro que están los pescados y me pongo a reír por no llorar. También convendría aclarar que en la pesca, la agricultura, la ganadería y otros productos, actúan intermediarios que encarecen la mercadería.
Otros que también se la juegan y dos por tres la pagan con sus vidas, son los percebeiros en general gente joven, que ahora con trajes de neopreno van por las rocas a nivel del mar a recoger percebes y conocedores de los movimientos se agarran bien cuando rompen las olas, pero a veces éstas los arrolla.
Solo queda dar nuestras condolencias a familiares y amigos, desear que esas casualidades o causalidades no se vuelvan a repetir, que todo el mundo pueda vivir y trabajar con total seguridad, todos tenemos el derecho a ser felices.
jueves, 20 de diciembre de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario