Utilizó este título porque estoy leyendo un libro que lleva ese interrogante ¿Por qué enfermamos?, la historia que se oculta en el cuerpo.
Habla que hay acontecimientos como la fractura de un hueso, consecutiva a un traumatismo, donde la consecuencia es evidente y la intervención de un motivo psíquico inconsciente.
La tarea psicoterapéutica a veces nos enfrenta con interpretaciones semejantes, que tratan de convencernos de evidencias innegables, pero difíciles de entender en casos de cánceres, infartos, etc..
El autor Luis Chiozza, médico, psicoanalista, escritor habla de la patobiografía y desarrolla varios casos, donde la enfermedad tiene relación con su historia de vida, que muchas veces actualizándolos, dándoles tratamiento ayudan a superar enfermedades complicadas, es ayudar a abrir el sistema inmunológico.
Quiero aclarar que el libro es espeso, con términos médicos y en especial dedicado a quienes les interese esta temática.
Pero ocurre y me pasa seguido, que esta semana en el periódico sale un tema similar, en una consulta abierta al Dr. Norberto Abdala, le preguntan : Quisiera saber por qué me enfermo tan seguido y la contestación fue: Se podría pensar que el sistema nervioso (SN) y el sistema inmunológico (SI) no tienen ninguna vinculación necesaria, pero las modernas investigaciones han demostrado de manera fehaciente que esos sistemas no son independientes, sino que mantienen continuas y sensibles interacciones entre ambos: una consecuencia clave de esa "comunicación" constante es que lo que ocurre en uno de estos sistemas repercute inevitablemente en el otro.
El SI es una estructura compleja, conformada por distintos órganos (timo, médula ósea, bazo, ganglios linfáticos) que producen infinidad de células y sustancias que protegen al organismo de peligros externos (virus, bacterias, hongos) o internos (células tumorales o en proceso de degeneración).
Cuando, por ejemplo, una persona está estresada, angustiada o depresiva, el hipotálamo activa a la hipófisis, que a su vez estimula a la glándula suprarrenal, que aumenta la producción de hormonas, que activan a los linfocitos para defenderse de lo que identifican como un peligro.
Por lo tanto atentos a las diversas situaciones cotidianas, que pueden disminuir las defensas del organismo.
miércoles, 19 de julio de 2017
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