Emigre porque mi país para mí era un caos, ayer un amigo hizo una reflexión histórica de años en que estuve allí y otros muchos que no, que solo me sirvieron para comprobar que sigue siendo un caos y han transcurrido treinta y tres años, que no son pocos.
Quizás como ocurre aquí el tema político es difícil y sencillo de entender, hay blancos y negros muy diferenciados, pero nadie busca el gris o término medio, con el que se logre la felicidad de un pueblo, la gente solo desea tranquilidad y poder vivir, el problema para la sociedad es la inseguridad, la inflación, la falta de trabajo y tener una prestación social acorde con lo que aporta.
También es fácil entender que los presupuestos estatales, se basan en la cantidad que aportan los individuos y las sociedades, que con solo bajar los distintos atributos que se han puesto los dirigentes y devolver lo que han robado, defraudado, malversado, etc.,se podría sanear el déficit que arrastran los distintos países.
Claro que es muy difícil encontrar pruebas contra la delincuencia de guante blanco, pero con un control ético de patrimonios familiares es muy fácil; caer con todo el peso de la ley contra los despachos de abogados y asesores que ayudan a delinquir; acabar de una vez por todas con los paraísos fiscales; devolver todo y un poco más de lo robado; ha llegado el momento en que caímos en lo que ellos pretenden, la decidía de todos, que ya nos da igual todo.
Estoy convencido que tanto los gobiernos liberales, como populistas, son verdadero mal para los ciudadanos, hace falta coherencia, hace falta quizás partidos de centro, término medio, propuestas, planes, lógica, basta de fanatismos y pueblos que pasan necesidades.
Por último basta ya, de peleas entre hermanos (de sangre o amistad) por política, buscar consensos, acuerdos, soluciones, no es tan difícil o por lo menos probad; tratad por lo menos de crear ilusiones y que no hayan personas tristes la vida es corta y todos merecemos ser felices.
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