martes, 9 de junio de 2015

Descubriendo la Galicia que no se ve

Este fin de semana y gracias a Roxin Roxal (Asociación cultura libre de Paderne) que lleva 10 años funcionando, junto a 50 personas nos dirigimos al Couto de Mixto,en las localidades de Santiago, Rubiás y Meaus, en la frontera hispano-portuguesa y del que nunca habíamos oído hablar.
Aquí ocurrió desde tiempos medievales, libertades y medidas que en otras tierras son tan solo sueño, tenían una independencia con respecto a los reinos portugués y español, tenían un "juez civil" su máxima autoridad, auxiliado por seis personas de nominados "homes de acordo", había "concellos" de los pueblos y sino se ponían de acuerdo en algún conflicto podían recurrir a los juzgados de Xinzo o Montalegre, hasta el S.XIX.
La sociedad era agraria y ganadera, los hombres, cabezas de familia se encargaban del comercio, contrabando, tareas duras del campo, caza y la pesca, además de determinados oficios como herrero, sastre, zapatero.Las mujeres asumían labores de la casa, la huerta, la crianza de los hijos y cierto tipo de ganadería.
Pero no tributaban, estaban exentos de cargas tributarias y derechos aduaneros, tenían el camino del privilegio desde Meaus a Tourem, a lo largo de este camino no podían ser apresados o aprendidas las mercancías que portasen,  no mandaban a los jóvenes al ejército, podían portar armas (ésto le creo fama de pendencieros).
Llegamos a Santiago y visitamos su iglesia, pequeña pero con unos retablos y figuras preciosas, pudimos apreciar el arcón de tres llaves donde guardan la documentación del Couto, como también unas pinturas que aparecieron luego de sacar una capa de cal, de gran importancia y se conservan en buen estado; en el exterior hay una escultura del último Juez Civil del Couto.
Luego comenzamos el routeiro por el camiño privilexiado, que cruza desde Santiago dos Mistos en Ourense hasta Tourem en Portugal, unos siete kilómetros, pasamos en Rubián por la casa del último Juez del Couto, almorzamos en un lugar sombreado a orillas del río, acompañados de los cantos de los pájaros y el croar de las ranas, también llegando a un puente de grandes piedras, pude apreciar unas libélulas azules preciosas y que poco se ven. El camino actualmente presenta la dificultad de estar en estado de abandono, lo que supuso tener que andar con mucho cuidado por piedras, ramas, silvas, barro y ayudados por un GPS que llevaba el coordinador; cruzamos el monolito que marca el límite entre España y Portugal, una vez en Tourem pudimos apreciar un velatorio que se desarrollaba en la capilla del pueblo y cosa poco frecuente en otros lugares.


Desde ahí nos dirigimos a Montalegre, ciudad preciosa que tiene en su entrada una escultura de una "chega de touros", lucha de toros típica en otra época en Portugal y que era mucho más limpia dado que no había muertos y todo era cuestión de fuerza, cruzaban los cuernos y luchaban hasta que uno huía (como los ciervos), más adelante otra de un soldado y una flor en la punta de su fusil, subimos algunos a la fortaleza desde donde pudimos apreciar una buena vista del entorno, por último enfilamos hacia Chaves donde nos esperaban en un agradable hotel para cenar, tener una demostración super agradable y activa de cavaquinho (guitarrita de cuatro cuerdas) con la animación de Amelia Machado Silva.
En la mañana del domingo, con una guía local recorrimos Chaves, también subimos a su fortaleza, pudimos apreciar sus cañones, cuidado jardín y un milenario original, que los romanos utilizaban para marcar caminos, las casas antiguas destacan por sus galerías y balaustradas, pudimos apreciar el puente romano con sus diez arcos del río Támega, los edificios donde ofrecen baños termales.
Partimos rumbo al CDR O Viso, en Lodoselo - Sarreaus, un centro rural que se estableció en la casa rectoral y ofrece la posibilidad a los alumnos de escuelas, de realizar actividades antiguas asesorados por personas mayores, como el trabajo de hilar, tejer, segar, preparar pan, etc., como también juegos descubriendo detalles del pueblo; en este lugar además almorzamos de maravilla. Además han rehabilitado un edificio donde realizan reuniones, comidas y se utiliza como lugar electoral; al lado se encuentra otra casa donde se alojan personas mayores que no tienen familia, ni lugar para vivir.
Por último visitamos una obra magnífica, que es el Centro de día, para personas mayores, donde además de una atención integral y personalizada, les ofrecen comida y reparten comida a personas que no se pueden valer por si mismas, a destacar una placa en la entrada que dice que la obra fue realizada por las personas de esa comunidad, con fondos Europeos (que se recuperaron, pues se habían devuelto) pero sin contar con el apoyo de la Xunta ni otra institución, también tienen una camioneta adaptada para transportar a personas a distintos lugares,  la labor que realiza Toño un maestro de enseñanza pública y su equipo ( unas veinte personas contratadas) es digna de ver y de imitar.
Como si fuera poco fuímos a visitar el comienzo del río Limia, cerca de ahí y que parece mentira que un regato pequeño pueda luego transformarse en un río importante y como broche visitamos la aldea rural Couso Galán, una aldea abandonada que rehabilito un riojano y que ofrece hospedaje, comida y salón de fiesta, que indudablemente a impedido que se perdiera esta aldea en Freande-Sarreaus.
Dos días intensos, super agradables y solo cabe dar gracias por la experiencia, gracias por el trato y gracias por todo.

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