martes, 3 de julio de 2012
Ser Supremo
Un día mi nieta me preguntó si era creyente y le respondí, que creía en la existencia de un ser superior; tanta maravilla en la naturaleza, en la inteligencia del ser humano, no puede ser obra de algo realizado como lo describe la fantasiosa narración del Génesis, ni solo del Big Bang la gran explosión, que se sigue investigando.
El Gran Colisionador de Hadrones del CERN, desarrollado a un costo de 10.000 millones de dólares, ha estado creando colisiones de protones con energía muy alta, para ayudar a comprender presuntos fenómenos como la materia oscura, la antimateria, y a la larga la creación del universo hace miles de millones de años, que muchos conjeturan ocurrió luego de una explosión masiva conocida como el Big Bang.
Si bien la doctora Dova eludió anticipar conclusiones, en Ginebra trascendió que los científicos habrían reunido información que mostrará en esencia la huella de la partícula conocida como bosón de Higgs –lo cual demostraría que sí existe–, aunque no les permite afirmar que ya haya sido vista.
Para los físicos especializados en partículas, el hallar el bosón de Higgs es clave para poder confirmar el modelo estándar de la física que explica qué le da su masa a la materia y, por extensión, cómo se formó el universo.
Cuando ocurre una catástrofe o una atrocidad humana, siempre pensamos que si Dios existiera no lo permitiría, dice Ernesto Cardenal "Que Dios hace tiempo, renunció a ser Dios". Se apartó y nos dejó para que hicieramos el cambio solos, eso explica tantas aberraciones de la creación del ser humano.
En una etapa de catequista en la parroquia de Sto. Tomás, teniamos conversaciones con un sacerdote y siempre le recriminaba, porque la autodenominada "Madre Iglesia", traicionaba el Evangelio; el Vaticano es algo muy diferente a lo que Cristo fundó.
Por eso Chesterton, escritor inglés y católico, dijo:"Que el cristianismo no había fracasado, porque no se había puesto en práctica nunca". Cristo intentó una revolución en su momento, luchó contra las desigualdades, que no existieran clases, dió cobijo a los marginados y así le fué.
Pero como dice el estribillo del himno Argentino "Sean eternos los laureles, que supimos conseguir, coronados de gloria vivamos o juremos con gloria morir"; siempre he admirado a los que se han jugado la vida por una causa justa.
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