Uno se pasa la vida haciendo proyectos, un amigo mío decía que era la forma de mantenerse vivo, pero yo siempre pensé que es muy veraz el dicho que dice “El hombre propone y Dios dispone”.
Quizás los primeros serios serán los estudios y cuando se esta acabando una carrera, se hace interminable y uno piensa nunca más, no es consciente que nunca acabará de estudiar para estar actualizado, o porque nunca se acaba de aprender.
Luego viene el ubicarse en un puesto de trabajo, que casi nunca puede coincidir con lo que uno estudio y que con el paso del tiempo se transformará en un querer retirarse cuanto antes. Yo tenía un amigo dentista que me dijo “yo a los cuarenta y cinco me retiro” todavía esta trabajando. El otro día un amigo de mi hijo me decía que no veía la hora de retirarse, tiene treinta y cinco años y acaba de tener su segundo hijo, yo le decía es imposible salvo que te toque una lotería.
Quizás el más importante es el de formar una familia, por lo menos nosotros nos hacíamos ese planteamiento para toda la vida y con sus consecuencias, pero también pesa y llega un momento que teniendo casi todo como nos paso a nosotros y pensando en nuestros hijos se deja todo y se comienza de nuevo.
Por todo ello pienso que lo más importante es vivir el presente, el día a día y tratar de ser feliz, porque no todo depende de nosotros y hay muchas circunstancias que pueden modificar los proyectos.
Déjate llevar, no planifiques tanto, deja que la vida te sorprenda.
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