Separaciones

El otro día pudimos visionar el film "Historia de un matrimonio" y realmente me sentí mal, claro que estando más de cincuenta y seis años con mi esposa a gusto, con un gran amor, no imagino la separación bajo ningún aspecto.
La película empieza mostrando eso y la gente dice cosas como “Si lo dejan ellos, ¡yo ya no creo en el amor!”. Y esos ellos van y lo dejan. Hablo de parejas porque por mucho que me empeñe yo, mi entorno sigue lleno de parejas. En Historia de un matrimonio (esa peli insufrible de Noah Baumbach a la que todo el mundo va dispuesto a entregarse) es la madre -ficticia- de Scarlett Johansson la que se resiste, sobre todo, al divorcio de su hija con el personaje que encarna Adam Driver. La idea de que se separen pesa más a la madre que a la hija, que ya lo tiene más o menos asumido. “¡Joder, es que sois tan atractivos juntos!”, llega a decir, incluso, la niñera.
También es una muestra de la forma des-humana en que actúan los abogados, que les hacen tomar actitudes que nunca hubieran pensado realizar; con el agravante de que se habían comprometido a hacer la separación sin la actuación de estos profesionales. Es una desgracia  y no se si es mérito de las interpretaciones de los actores, pero llegas a ponerte mal, a tener rabia porque da la sensación de que a pesar de todo se quieren.
Hay en el desenlace una mención al teléfono móvil, ese artilugio que también colabora para enfriar una relación, pero en este caso y mediante una maniobra ilícita le permite a ella comprobar que la había engañado con una compañera de trabajo, con el reclamo correspondiente en un momento de rabia.
Por último me gustaría hacer hincapié en otro tema, que se ve en la película, la manipulación del hijo que es algo habitual en esos conflictos y vemos o nos enteramos a diario en casos de separaciones.