sábado, 21 de mayo de 2016

Viaje a Calella.

Casi todos los años hacemos dos o tres viajes, con el IMSERSO (jubilados), este año tuvimos algunos problemas y se complicó desde el principio en una lucha entre dos compañías para obtener el servicio.
El domingo emprendimos un viaje a Calella, a unos 50 Km. de Barcelona, como hay pique entre Iberia y Air Europa, que son las empresas que forman parte de las dos compañías en conflicto, para el desplazamiento hasta el aeropuerto de Lavacolla en Vigo, debimos esperar una hora la llegada del bus que nos transportaría y luego en ruta almorzar corriendo, para llegar con tiempo.
Habiendo salido de casa a las 9,30 hs., llegamos al hotel en Calella a las 20,30 hs., cenamos, descansamos y en el desayuno nos espera una mala sorpresa. A alguien se le cayó algo al suelo, vi a una chica que rápidamente utilizó la fregona y al rato sentí un golpe, una señora quejándose, yo estaba buscando la mermelada y pensé pobre señora, cuando dejaba en la mesa mi capuchino, escuchó a un señor del hotel gritar "Alberto de Coruña" y ahí caí en la cuenta que la que cayó era Blanca, corrí y seguía tirada en el suelo, intentamos que se sentara pero no podía del dolor.
En diez minutos estaban los de la ambulancia, el hospital estaba a 100 metros, al ver que no se podía levantar trajeron una tabla y una camilla, fuimos hasta la ambulancia con la que nos transportaron hasta el hospital. Le realizan unas placas y fractura-acuñamiento anterior de D12 y signos de discartrosis en L4-L5-S1, sobre el mediodía el médico nos dice que debe guardar reposo, que no hay camas y lo mejor sería ir al hotel, la ponen en una silla de ruedas donde se desmaya del dolor, por lo cual deciden enviarla a Blanes, en el Hospital de la Selva planta de traumatología.
El doctor le receta un corsé de Jewett y después de hablar con el seguro que tenemos de Mundo Senior, logramos que el jueves viajáramos en taxi al aeropuerto de Barcelona, avión a A Coruña y taxi a nuestro domicilio, esperar en el hotel hasta el domingo no tenía sentido y menos con regreso a Vigo.
Lo único que se puede hacer ante esta contingencia, es calmarse, resignarse y sacar las conclusiones positivas, tuve oportunidad de ver la sensibilidad y preocupación del personal del hotel, en esos días que fui al desayuno y la cena, siempre me preguntaron por la evolución de Blanca, lo mismo me ocurrió con Pep el director del hotel, que me llevó por la mañana y me trajo de regreso al hotel al atardecer dos días, lo que me permitió establecer un contacto muy agradable, dado que compartimos muchos gustos por distintas materias y que tiene un dinamismo que contagia.
También quiero recordar la muy buena atención que recibimos, en emergencias del hospital de Calella y en el Hospital de la Selva de Blanes, sobre todo de parte de las enfermeras grandes profesionales.
Una vez leí "Hacer de las dificultades una oportunidad de aprendizaje" y es lo que estoy poniendo en práctica.





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