Visita al Museo Militar de Coruña y otros.

Hoy después de nuestro almuerzo de confraternidad en La Gurita, lugar recomendable para comer, nos dirigimos a nuestra querida Coruña, denominación que proviene de Croio de la época romana, ciudad con privilegios propios otorgados por los monarcas y que tuvo fábrica de moneda; fábrica de armas; fábrica de cigarrillos; como también sede de la 8va. Región Militar.
El  museo se encuentra en lo que fue el antiguo complejo de los Franciscanos y todavía quedan las bases de lo que fue su iglesia y que en 1.960 fueron trasladados a Santa Margarita. En su entrada se encuentran dos grandes cañones, ya en su interior la maquinaría de un antiguo reloj de Capitanía de 1752; balas de cañón de gran calibre que podían alcanzar los 40 Km.; una mesa calibradora para calcular la distancia a disparar y los grados. Un poco más allá cuatro maquetas con la evolución de la Torre de Hércules, único faro romano en funcionamiento y emblema de la ciudad, tal es así que quién pintó la figura del Rey Felipe VI la pone en un ángulo inferior del cuadro, aclarar también que fue el primer cuadro expuesto después de su nombramiento.
El edificio que según data en un portón se realizo en 1940, sede de la Jefatura de Artillería tiene una espléndida escalera de mármol Italiano, con un lucernario de cristales de colores en el techo, en el corredor de entrada seis escudos de madera  de los Reyes Católicos; de Carlos I; de Carlos III; de la República que a diferencia de las coronas tiene una muralla con torres; del régimen de Franco y de Juan carlos I.
Pasamos a una sala donde se guarda el bolillero donde se sorteaba los que hacían la mili; muchísimas ametralladoras; fusiles; revólveres y pistolas; como una máquina "caballero de Arse" para medir la potencia de la pólvora; varias banderas donde destacan las Gallegas en la lucha de la independencia contra Napoleón.
En otra sala pudimos ver medallas por actos de guerra; por méritos; por antigüedad y por muerte, un cuadro de María Pita considerada defensora ilustre de la ciudad, que luchó bravamente contra los Británicos, tuvo cuatro esposos y resaltó la figura femenina en una época que poco se contaba con ellas.
Cabe destacar los muebles de madera de una calidad excepcional; varias maquetas de batallas, donde destaca la del Viña donde murió Sir Moore; bargueños donde se colocaban las espuelas de caballería; maquetas de barcos; dos hermosos cuadros inmensos de regimientos de caballería de Ramón Navarro maestro de Pablo Picasso; como una vitrina con el cuchillo y la escopeta de Benigno Andrade García."Founcellas" guerrillero anarquista y antifranquista.
Luego fuimos a la iglesia de San Francisco, de  la Orden Tercera, regida por seglares laicos, pegada al museo y que se mantuvo en pie después de 1835 justamente por no pertenecer a la iglesia, donde pudimos apreciar un retablo Barroco de placas, con columnas salomónicas y con tres escudos, uno de la Orden; otro de las cinco llagas de San Francisco y el de San Luis IX de Francia, muy lindas esculturas de la Inmaculada Concepción en éste momento ataviada para la cuaresma; San Francisco; Santa Isabel y una pequeña de Judas Tadeo muy venerada.Por último destacar los vitraux de reciente colocación y haciendo alusión a las siete alegrías de San Francisco.
Acabamos visitando el Museo Luis Seoane, a pocos metros también con un edificio inaugurado en 1.990 y realizado por el arquitecto Joan Creus y Covadonga Carrasco, tiene amplios salones en uno de los cuales hay dos carteles publicitarios de su etapa en Argentina de Cinzano y de un coñac, con una frase "Enriquecer ao mundo coa nosa diferenza"; iluminación barrida para no perjudicar las obras, un claustro central, en otra sala pudimos apreciar pinturas, libros con sus dibujos, grabados, tapices que dan una idea de la prolifera obra de este autor nacido en Buenos Aires en 1.910 y fallecido en A Coruña en 1.979.

Otro martes más de aprovechamiento y como siempre contando con el gran profesor Felipe Senén, gracias a los que hacen posible aprender siempre algo más.