martes, 21 de noviembre de 2017

Visita al museo histórico de Valga.

Como todos los martes iniciamos con un almuerzo de confraternidad nuestras visitas y hoy fue especial porque a mi lado se sentó la señora del señor que se me hacía cara conocida y hablando resulta que era nuestro antiguo cartero, que se completó cuando el matrimonio que tenía enfrente eran los padres de un nuevo vecino de San Pantaleón, donde vivimos.
Nos dirigimos al concello de Valga que tiene una superficie de 40,6 Km. cuadrados y una población de 6.100 habitantes, distribuidos en 5 parroquias Sta. Cristina de Campaña, Sta. Comba de Cordeiro; San Salvador de Setecoros, San Miguel de Valga y Sta. María de xanza. Se encuentra en el margen izquierdo del estuario del Ulla, al que vierten sus aguas los ríos Valga y Louro, que atraviesan el territorio.
Llegamos y después de pasar el edificio consistorial, nos encontramos con el moderno edificio del museo histórico de Valga, que se encuentra engalanado por un poster de la "Bella Otero" y por ser 55 estudiantes nos dividimos en dos grupos, mientras unos recorrían el museo otro nos dirigimos al Parque hermanos Dios Mosquera, pasando por una antigua vivienda con escalera que llevaba a la primera planta en donde se encontraba la vivienda, mientras que en el bajo se encontraba la cuadra para los animales y luego vimos a 8 obreros trabajando para restaurar una hermosa edificación de piedra donde se establecerá un lugar para enaltecer el aguardiente de Valga que ya tiene fama y que lleva a sus propios habitantes a decir "Aquí hay mal vino, pero excelente aguardiente".
El parque dispone de amplios jardines, un parque infantil, paseos y puentes, como una playa fluvial; en el encontramos una estatua  de Agustina Carolina Otero Iglesias la "Bella Otero" que fue uno de los símbolos de la Belle Époque Parisienne, que en la parte de atrás de su falda tiene un lagarto y que la identifica con la conocida canción "A Carolina". También pudimos ver una columna y un alambique de piedra, que recuerdan la celebración de la Fiesta de la caña del país y la Fiesta de la anguila, el último fin de semana de agosto.
Ya en el museo en la planta baja  y en el centro se encuentran unas artes de pesca para la lamprea, es un pez que habita los ríos gallegos hace más de 500 millones de años. Luego mediante carteles de grandes dimensiones se pueden ver los caminos Portugués, conexión con la Ría de Arosa, Real y vías romanas. Una foto inmensa de la Fervenza de Parafita, como de los distintos ríos, molinos y lavaderos.
En la primera planta hay un pozo original de la casa y mediante paneles de petroglifos como el de la Serpiente, que se cree representaba distintas curvaturas del río en ese lugar y temática de ganadería, madera, caolín y aluminio. Hay expositores con monedas, collar de vidrio, como restos cerámicos.
Distintas iglesias y capillas del lugar, de la edad media y moderna y destaca un capitel de mármol de Incio del S.VI muy hermosamente trabajado y se encontraron solo 7 de esa calidad; por último hay una gran foto de la celebración de la batalla de 1809 contra los franceses.
En la segunda planta podemos observar libros dedicados a Jesús Ferro Couselo, ilustre arqueólogo e investigador de Valga y profesor de nuestro profesor, el cual colaboró en un libro sobre su vida. Hay un vestido rojo que perteneció a la artista, su acta de bautismo y muchísimas fotos, postales como diversos artículos realizados en su honor.
Agustina Carolina Otero Iglesias nació en Valga el 4/11/1868 y murió en Niza el 11/4/65, tiene una historia truculenta, recogiendo piñas para vender fue violada a los 10 años y quedó en estado somático grave con importantes desgarros y hemorragia, se llegó a temer por su vida., fue cantante, bailarina, actriz, cortesana, fue muy rica y murió en la pobreza, pues le fascinaba el juego, era ludópata y ahí la perdió en Montecarlo. Un detalle es que nunca dijo que era gallega, pero su testamento que fue insignificante 600 francos lo dejo para los niños pobres de Valga, en su tumba en Niza siempre hay una flor.
Comentan que por su trauma infantil siempre entrego su cuerpo, pero no su corazón.
En un costado del museo se encuentra una hermoso auditorio, con 50 butacas e instalaciones audiovisuales..
En la fachada posterior y adosado al edificio se encuentra una replica de la casa natal. Recorrimos con el autobús zona del río, donde se encuentra abandonado el edificio de Cerámicas Celta, el centro de Pontecesures y paramos en Padrón, que como siempre tenía un gran movimiento de gente.
Otra vez más hemos acrecentado conocimientos in situ, gracias a los que lo hacen posible.

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