Una de las etapas más importantes de mi vida, esta relacionada a su vez con una pasión que fue jugar al fútbol. Hace muchísimos años un compañero de trabajo (director de cine) me trajo a otro director para que le contara mis experiencias, con la idea de hacer un guión.
Hace un año más o menos me mando un e-mail un periodista Argentino, comunicándome que me localizo por el blog y que estaba interesado en saber cosas sobre un viejo club en el que yo jugué el gran Arsenal de Lavallol. Conteste a quince preguntas y como tome nota paso a compartirlas.
Llegue al club porque militaban en él dos compañeros de infancia (mayores que yo) Titi Micozzi y Cachito Friol que organizaron un amistoso contra una de las divisiones inferiores de esa institución, al termino del partido el Sr. Díaz propietario del mismo me pregunto como me llamaba, de que origen era el apellido y que quería hablar con mi padre haber si me dejaba fichar por ellos, el corazón me latía a cien que ilusión , tenía once años y pensar que en la actualidad uno de cada tres adolescentes no práctica ningún deporte, es una pena.
El estadio estaba en Santa Catalina partido de Lavallol, pegado a la fábrica de galletitas “Canale”, pero lo que siempre recuerdo era el olor a cebada que venía de la fábrica de cervezas “Biecker” a pocas calles de la cancha, tenía a lo ancho detrás de una portería una tribuna de material y pasando esta a lo largo del campo un lugar donde se vendían bebidas, luego una prefabricada que servía de secretaria y más atrás los vestuarios para jugadores locales, entrenadores, árbitros y visitantes todo en madera. Detrás de estos locales estaba un campo de entrenamientos. El campo estaba cerrado por una alambrada y del corte de la hierba se encargaba un rebaño de ovejas, también en la entrada por la esquina había un pequeño local para vender entradas.
El club se dedicaba exclusivamente al fútbol, el Sr. Aníbal Díaz (nosotros cariñosamente le llamábamos el Gordo (hacia honor a su sobrenombre) vivía de sacar jugadores y venderlos, algunos a España o Italia como oriundos. Entre otros Maschio; Angelillo; Cap; Schiro; Luis Suarez; Magdalena; “Pupa”Perez; Readigos,etc.
En la Comisión Directiva figuraban los padres de algunos jugadores la mayoría de Lavallol y estaban siempre por el club, por ejemplo: Sotelo; Magdalena; Perandone; Cardone.
La cantidad de jugadores con los que forme equipo fue muy grande, destacaron: Angel Clemente Rojas;” Pocho” Pianetti; “Carpincho” Oviedo; “Chato” Manrique; “Oso” Peralta; Carlos Lamas; Ricardo Sotelo; Pedro Perandone; Feriozi; Zerrillo; Domínguez (hermano de Rogelio Domínguez de Racing); Prol;etc., etc.
No había barra brava, ni una hinchada numerosa, generalmente venían vecinos de Lavallol o familiares, fue increíble el año que estuvo el “Pelado” Rojitas, venía más gente solo para verlo a él, era un fuera de serie como jugador, como compañero era otra cosa.
Cuando yo volví, el club había sido vendido por el Sr. Díaz al club Boca cuyo presidente era el Sr. Armando y que puso de presidente en Arsenal al Sr. Zapino de la zona de Mataderos. Mi padre fue al club a buscar la carta de libertad para seguir en el Club Temperley (donde jugaba con el documento de un amigo), pero el Director Técnico Sr. Muñiz que me había dirigido le dijo que fuera a verlo que contaba conmigo.
Sobre ¿Porqué Arsenal fue suspendido dos años?. Creo recordar que el Sr. Díaz había ido a Europa a colocar a Readigos en el Juventud y a Grifa en el Atlético Madrid, luego al volver se empezó a comentar que AFA estaba investigando los papeles de Grifa y aparentemente se habían falseado datos, por lo que al poco tiempo cayó una sanción para el club incluidos los jugadores, algo insólito y único en el fútbol. El Sr. Díaz me enseño a jugar en todos los puestos (era algo habitual), te ponía en una zona del campo marcaba posiciones, desmarques, prolongaciones, ayudas, seguimiento continuo (ahora pressing), a cerrar los marcadores, a cabecear con distintas partes de la cabeza (pelota colgada con cuerda) y a patear con la pierna que no eras diestro, por fin determinó por mis características debía ser marcador de punta de ambos lados (yo había ido de puntero derecho, hoy en día extremo) por lo que jugaba con la numeración tres o cuatro en aquella época.
Creo que lo más lindo fue notar el progreso y ser todos muy competitivos y salíamos campeones en todas las categorías, además se preocupaba teníamos control médico, aportaba vitaminas, podólogo, controlaba los estudios si fallabas no te dejaba entrenar.
Cuando llegó Rojitas yo tenía diecisiete años y jugaba en reserva, tuve la fortuna de jugar algún partido en primera y compartir equipo, era un poco caprichoso y si el pase no era perfecto no hacia ningún esfuerzo por alcanzarlo, protestaba por todo y si no cobraba no entrenaba, vinieron él y Pianetti castigados por mal comportamiento en Boca, pero el “Pocho” era mejor compañero y se mataba en el campo, el D.T. era Muñiz y asesoraba Adolfo Pedernera que poco y nada aportaba.
La camiseta de Arsenal de Lavallol era a rayas verticales marrones y amarillas; la de Arsenal de Boca fue la tradicional azul con franja horizontal amarilla.
Otra pregunta era si había “pica” con otro club, y en realidad con Arsenal de Sarandi si la había, no sé si por compartir nombre o porque jugaba un Grondona (hermano del presidente de AFA) que era muy sucio y con Piraña donde jugaba la “Pulga” Yasalde y con JJ.Urquiza que siempre daba guerra.
Pasé por el lugar en su momento muchas veces pero nunca volví, pues estudiaba por la noche y empecé a trabajar en la DGI con diecisiete años, Pedernera me quería llevar a la Candela pero mi padre dijo que era más seguro entrar en la administración y con horario especial entrenaba martes y jueves, luego vino la colimba en el 66, me case en el 67 y creo que en 1970 desapareció. Los terrenos pertenecían al Estado, se los habían cedido al Sr. Díaz cuando ganó el campeonato Evita.
Creo que con cinco años mi padre me llevaba a ver a Temperley y nos ubicábamos en la tribuna de madera detrás de un arco y que daba a las vías del ferrocarril, aprendí a nadar en su piscina y las clases de gimnasia del colegio la hacíamos ahí. Viví la tragedia del accidente del bus cuando iban a Mar del Plata, en el iba mi amigo Ricardo Sotelo que con muchas operaciones y clavos pudo volver a jugar, me entristecí en la lejanía cuando casi lo rematan, son muchas vivencias. Pero Arsenal fue distinto quería los colores, ahí aprendí a jugar, realmente transpiraba la camiseta, pero era solo un negocio montado por el Sr. Díaz y luego Boca para sacar jugadores.
Los métodos del “Gordo” Díaz para aquellos que infringían sus ordenes eran muy duros, por ejemplo he visto tirones de orejas o cachetazos por ponerse de espalda en las barreras, ordenar media hora de patear con la pierna mala y si tocabas con la otra cobrabas seguro o por no respetar ordenes tácticas, a mí me tocaron dos tirones de orejas y lo enfrente, le dije que conmigo el rigor no iba que en mi casa nunca me tocaron mis padres y si había una tercera me iba, conmigo cambio. Luego lo encontré siendo árbitro en Villa Regina en el Torneo Regional y nos saludamos con mutua alegría y cariño, después me enteré que había fallecido en un accidente de tráfico en Florencio Varela en donde creo vivía. En aquella época todos queríamos jugar en Arsenal, porque nos quedaba cerca,, porque podíamos aprender a jugar mejor y en torneos organizados, además nuestro único deporte era el fútbol.
En 1964 ascendimos a la “C”, en aquel tiempo hicimos muchas veces contra la 3ra. el partido preliminar de Boca en la Copa América , recuerdo en especial un partido contra el Santos de Pele y al “Gato” Magdalena marcando a Coutinho con la bombonera a tope. También jugamos en la cancha de Estudiantes de la Plata contra la 3ra. Un partido benéfico creo para la Cruz Roja y marque a la “Bruja” Verón que venía de una lesión, me volvió loco.
Se terminaron las preguntas y solo queda un hermoso recuerdo de una etapa muy importante para mí.
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